Vanessa Paradis: el susurro que sigue sonando
Por Fugazzaman
Tenía catorce cuando «Joe le Taxi» la dejó sola en la cima de los rankings franceses, pero lo prodigio nunca fue la precocidad sino la permanencia.
Vanessa Paradis creció sin endurecerse: pasó del pop ingenuo al cine, del cine a la moda, de la moda a ese lugar extraño donde algunas personas se vuelven estilo sin proponérselo.
Ganó un César, fue la musa de Serge Gainsbourg, fue la jaula dorada de Chanel, pero siempre pareció más cómoda en el gesto mínimo que en la alfombra roja. Dice que posar la intimida. Tal vez por eso encanta: porque nunca posa del todo.
En un mundo que grita, Paradis susurra. Y ese susurro, desde hace décadas, sigue siendo inolvidable.
Arranco la semana, justo el día de su cumple, con uno de sus clásicos.
